Capitulo Diez : El Mantra Hare krishna

Antes de cantar el Santo Nombre de Krsna debemos cantar el Pañca-tattva-mantra:

Sri Krsna-Caitanya, Prabhu Nityananda ,
Sri Advaita, Gadadhara, Srivasadi Gaura-bhakta-vrnda.

El Pañca-tattva o las cinco características de la Verdad Absoluta, vinieron a darles el Hare Krsna maha-mantra a los devotos caídos de esta era, por lo que son para nosotros la representación general del Guru. Ellos nos ayudan a entrar en el dominio de Krsna, así como en el plano de Sri Caitanya Mahaprabhu.

Después de recitar el Pañca-tattva-mantra, debemos contar en las cuentas de la japa-mala, mientras cantamos el maha-mantra:

Hare Krsna Hare Krsna Krsna Krsna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare

Al cantar el Santo Nombre, las japas deben colocarse dentro de una bolsa de tela y el dedo índice, que por lo general es considerado inauspicioso, no debe tocarlas, sino que ha de permanecer fuera de la bolsa. Para contar usamos normalmente el dedo pulgar y el dedo del corazón. Uno debe cantar dieciséis rondas, como recomienda Bhaktivedanta Svami Maharaja, pero si hay alguna emergencia, ha de cantar por lo menos cuatro: No debemos dejar la japa-mala ayunando.
Al contar comenzamos por las cuentas más grandes, vamos hacia las más pequeñas y retornamos de nuevo por el mismo camino. La cuenta gigante del centro se llama monte Sumeru y no debemos pasar por encima de ella.

Este Harinama maha-mantra aparece en los Upanisads, así como en el Agni Purana y el Brahmanda Purana. El Kalisantarana Upanisad, lo recomienda como el mantra más elevado. Los eruditos han mencionado este mantra como un medio de invocación: No debe acompañarlo ninguna petición. Este Hare Krsna maha-mantra es el yuga-dharma nama o el proceso para realizar a Dios especialmente indicado para la era actual: Kali-yuga. En los Puranas encontramos citas del maha-mantra por todas partes. Este mantra puede cantarse mentalmente, en voz baja y en voz alta. Mahaprabhu nos lo ha entregado, recomendándolo para las almas caídas en general. Él lo ha dado para todos, ya estén calificados o no. La única condición para recibirlo es sraddha, fe.

Se menciona en el Padma Purana que hay diez ofensas que se debe tratar de evitar al cantar el Hare Krsna maha-mantra. También hay cuatro tipos de namabhasa o canto con apatía, que no nos darán entrada al dominio de la misericordia. Esa clase de invocación sólo puede otorgar la liberación.

Estas dos formas incorrectas de cantar surgen de nuestras tendencias a la explotación y a la renunciación. Hemos de cantar el nombre con espíritu de servicio y evitar las diez ofensas.

Injuriar a los santos

La primera ofensa es injuriar a los devotos que están ocupados en propagar la nobleza y la grandeza del Señor Supremo, Krsna. El Santo Nombre está descontento si ofendemos y deshonramos a Sus agentes. Sólo los devotos de Krsna son santos fidedignos, porque buscan la vida eterna. Aquellos que adoran a los semidioses con el fin de obtener ganancias temporales no son considerados santos y no es necesario tenerlos en cuenta, pues no son devotos. Santo significa vaisnava o devoto. Todos los demás, tales como los adoradores a los semidioses, no son considerados santos. Debemos evitarlos. Un santo es alguien sin ambición alguna en la vida, excepto la de tener una relación de servicio amoroso con el Señor Supremo. Sólo aquellos que son agentes de la Verdad Eterna, el Bien Absoluto, deben ser considerados santos. No debemos injuriar a esas personas santas.

Adoración de semidioses

La segunda ofensa se refiere al modo en que debemos tratar a los semidioses, incluyendo a Siva, Sakti, el dios del Sol y otros. Ellos no deben considerarse iguales o superiores a Visnu o Krsna, pues todos están bajo Su control y son Sus subordinados. El Señor Supremo, Krsna, los ocupa y ellos tienen que desempeñar sus deberes siguiendo Sus ordenes. Nunca son iguales o superiores a Krsna.

Gurudeva: Manifestación divina

La tercera ofensa es considerar al Maestro Espiritual una persona ordinaria. A pesar que en él puedan encontrarse muchos síntomas humanos, aun así, según nuestra sinceridad para encontrar a Dios, el Señor desciende y se manifiesta en el Guru, para satisfacer nuestra sed de verdad. Tenemos que verlo como el agente del Señor. En términos generales, se nos ha aconsejado que no consideremos a Gurudeva como un ser mortal, porque si nuestro intento de alcanzar al Absoluto es sincero, Él vendrá a nosotros para liberarnos. Dios es omnisciente y por ello, a través de un delegado especial que actúa como Su representante, viene aquí para darnos acogida y llevarnos al plano superior. Los mandatos de las Escrituras nos aconsejan considerar al Guru un representante del Absoluto, porque nadie puede darnos a Krsna sino Él mismo.

Debemos ver la presencia de Krsna en nuestro Gurudeva y percibir que Dios ha venido a entregarse a nosotros. Por lo general, encontramos signos mortales en el cuerpo del Maestro Espiritual, pero tenemos que trascender eso. Puede que en apariencia, el agua del Ganges esté sucia, pero a pesar de ello, la "sucia" agua del Ganges, nos puede purificar mediante su contacto. Para nuestros sentidos materiales la Deidad parece tierra, piedra o madera, pero ésa es nuestra visión contaminada. Krsna está allí y algunas veces se le ve conversar y caminar con devotos excelsos. No debemos creer que Él está hecho de algo material. Cuando vamos y permanecemos ante la Deidad, no es conveniente pensar que la podemos ver, sino que ella nos está observando: "Ella está en el plano subjetivo, yo soy Su objeto y por Su misericordia me está mirando para purificarme". Así hemos de armonizar nuestra percepción. A Krsna lo mató un cazador; los ateos interpretarán esto como un incidente ordinario, pero no lo es. Ravana raptó a Sita. Todo eso es externo, ilusorio. La verdadera realidad está por encima, en el reino trascendental. Por ello, los trascendentalistas más expertos y las Escrituras nos aconsejan considerar que nuestro Gurudeva está más allá de todos esos signos mortales. Krsna dice:

acaryam mam vijaniyan, navamanyeta karhicit
na martya-buddhyasuyeta, sarva-devamayo guruh

"Yo soy el Acarya. No creas que el Maestro Espiritual es un hombre ordinario. Yo, con todas mis partes y porciones, resido en el corazón de Gurudeva para el beneficio del discípulo".

Blasfemar las Escrituras

La cuarta ofensa es sastra-ninda, blasfemar las Sastras , las Escrituras. Esto se refiere, por supuesto, a aquellas Escrituras que se ocupan de alabar la nobleza y la grandeza de Krsna, no a las otras. No debemos injuriar las Escrituras que nos instruyen acerca de Dios y Sus devotos y nos enseñan el bien eterno.

El Santo Nombre: Dios en sonido

La quinta ofensa consiste en interpretar el Santo Nombre de Krsna con la ayuda del diccionario y la gramática, es decir, encontrar diversos significados en las palabras del nombre. Ese sonido es trascendental. El diccionario, la gramática o cualquier otro libro de conocimiento mundano, no pueden limitar o calificar al Santo Nombre. El sonido trascendental implícito en el nombre es superior a su sonido material (sabda-brahma), el nombre mismo de la Suprema Persona encarna por Su propia voluntad. Él es inseparable de Su nombre y está plenamente presente en Su forma sonora.

El vaikuntha-sabda, el sonido trascendental, es diferente del sonido mundano que pueden producir la lengua y los labios. En medicina homeopática, todos los glóbulos pueden parecer lo mismo, pero la potencia interna es lo que importa. Es algo así. El sonido ordinario del nombre y el sonido vibrado por un devoto puro proceden de planos distintos. La diferencia está en la potencia que contienen. El Santo Nombre desciende del mundo espiritual y viene a manifestarse danzando en la lengua. El sonido trascendental del Santo Nombre está relacionado, de una manera inseparable, con la persona que representa.

La sexta ofensa es considerar que las glorias del Santo Nombre de Krsna son fruto de una maquinación mental.

Pecar y cantar es suicida

La séptima ofensa es pecar confiando en la potencia del Santo Nombre. Las Escrituras declaran que un nombre basta para limpiar todos los pecados que uno pueda cometer, pero si continuamos complaciéndonos, cometiendo muchos pecados con la idea que luego cantaremos un nombre para limpiarnos de ellos, ofenderemos al nombre y no lo pronunciaremos de verdad. No podemos tratar de utilizarlo para nuestro servicio. El nombre auténtico está por encima de toda esta ilusión y no aparecerá allí. No podemos pensar: "Yo puedo hacer lo que me apetezca y el nombre me purificará". Se dice en las Escrituras que es suicida continuar con ese espíritu.

Hare Krsna: La suprema purificación

La octava ofensa es considerar que el canto del Santo Nombre es otra actividad piadosa como la penitencia, los peregrinajes, la caridad, el servicio al país, etc. Si de este modo tomamos el nombre a la ligera, cometeremos una ofensa debido a que el nombre es absoluto, mientras que todos esos métodos tienen sólo una posición parcial relativa. Otros procesos son parciales; otorgan algún éxito en este mundo material, pero el nombre puede dar al mismo Señor. Por ello, ningún otro sistema de purificación puede tener la misma categoría que el canto del Santo Nombre de Krsna. Es supremo y ninguno puede comparársele.

Hay que tener fe

La novena ofensa consiste en darle el nombre a aquellos que no lo merecen, a los que carecen de fe en su canto. Si tú los obligas a cantar el Santo Nombre, recibirás una mala reacción. Tampoco debemos, sin la inspiración debida, hacer discípulos y darles iniciación Harinama. Incurriremos en ofensas en contra del nombre, si hacemos un comercio o negocio de la entrega del mismo. Si damos el nombre a cualquiera porque ambicionamos convertirnos en Gurus, cometeremos una ofensa. Aquél que sin sanción superior se apresura a convertirse en Guru para obtener fama y prestigio, con algún motivo mundano, incurre en una gran ofensa.

De vuelta al supremo

La décima ofensa consiste en estar demasiado apegado a algo en particular o tener demasiada atracción por el cuerpo y la opulencia material. Cuando un bote está anclado, remar lo hará tan sólo girar alrededor del ancla. Hay que levar el ancla y el bote podrá desplazarse hacia adelante. Por ello no debemos anclarnos con algo en particular. Tenemos que permanecer receptivos. El nombre creará alguna transformación en nuestro sistema mental y tenemos que ser lo bastante abiertos y libres de prejuicios para ir donde él nos envíe. Si con mucho cuidado tratamos de evitar esa transformación y persistir con nuestro modo de vida actual, cometeremos una ofensa en contra del nombre: Invitarlo y luego ignorarlo.

No debemos aceptar el nombre como algo foráneo, pues él es nuestro amigo. Con él debemos sentirnos a nuestras anchas. Vamos a alcanzar una relación muy dulce y amistosa mediante la realización del Santo Nombre de Krsna, el cual es bondad, encanto y belleza en toda plenitud. Cantando el Santo Nombre alcanzaremos la meta más deseable de la vida y retornaremos a Dios, regresaremos a casa, no a tierra extranjera.

Debemos tomar el nombre de una manera amistosa, afectuosa. El nombre es el único objeto de nuestro amor. Él es nuestro amigo. Por lo tanto, el nombre me llevará a casa; no a ninguna tierra extraña.

Ese es nuestro dulce hogar y él es nuestro dulce guardián. Con este espíritu continuaremos cantando en el Santo Nombre de Krsna.

Estas son las diez ofensas que deben evitarse al cantar el Hare Krsna maha-mantra:
Hare Krsna Hare Krsna Krsna Krsna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare.

Namabhasa: La penumbra del nombre

Al cantar el Santo Nombre, también hay cuatro tipos de namabhasa. Namabhasa quiere decir una conexión tenue con el Santo Nombre: No es ni ofensa ni actitud de servicio, sino algo entre las dos. Se basa en la renunciación, pero también debemos deshacernos de esa indiferencia y llegar a estar deseosos de servir al nombre, que es nuestro amo y amigo. La namabhasa puede clasificarse en cuatro categorías, la primera de las cuales es sanketyam o cantar de un modo indirecto para indicar otra cosa, como en el caso de Ajamila.

Ajamila era hijo de un Brahmana. De una manera u otra se asoció con una mujer de baja clase y emprendió la vida degradada de un bandido, bebiendo y ocupándose en otras muchas actividades perversas. Después de muchos años llegó la hora de su muerte. De repente, mientras yacía en coma vio llegar a tres mensajeros de horrible aspecto que colocaron una cuerda alrededor de su cuello y comenzaron a arrastrarlo para llevárselo. Ajamila estaba horrorizado.

Un momento antes había visto a su hijo Narayana jugando cerca de allí, por lo que buscó la ayuda del niño gritando: " Narayana ", pero mientras lo llamaba Ajamila pensó para sí: "¿Qué puede hacer este muchacho Narayana? ¿Cómo va a enfrentarse a estos tres furiosos personajes? Él es muy poca cosa". De este modo, a través de la asociación con el Santo Nombre de Narayana el Señor Narayana vino a su mente.

Cuando debido al temor, su invocación a Narayana fue sincera, descendieron cuatro agentes de Vaikuntha. Ellos eran sobrios y apacibles e interpelaron a los Yamadutas, los mensajeros de la muerte, diciendo:

- ¿Quiénes sois? ¿Por qué habéis venido?
- Hemos venido porque hoy es el último día de Ajamila. Él fue un gran pecador y nuestro rey Yamaraja el señor de la muerte, nos ha enviado para que nos lo llevemos a rastras a fin que sea castigado.
- ¿No sabéis lo que es dharma , el deber?
- Por supuesto que sí.
- En ese caso, ¿por qué estáis aquí?
- Él cometió innumerables pecados.
- ¿No lo escuchasteis pronunciar el nombre de Narayana ?
- Sí, lo escuchamos, pero eso ¿qué importa? Durante toda su vida ha cometido tantas actividades pecaminosas y sólo el nombre de Narayana, ¿las hará desaparecer? No es posible.
- ¡Oh! ¡Vuestro amo no os ha instruido bien! Ahora que Ajamila ha pronunciado el nombre de Narayana , ha pasado instantáneamente a otra jurisdicción. Ya no se encuentra bajo su control. ¿Él no os ha dado esas instrucciones?
- No, no, desconocemos todo eso.
- Entonces, retornad y preguntadle.

Ajamila fue liberado. Asustado por la posición y grandeza de los mensajeros de Visnu, los Yamadutas huyeron. Ajamila pensó: "Cuál es la instrucción aprendida aquí?"

Esto es namabhasa. Es una conexión superficial con el Santo Nombre. No fue debido a la fe ni por la orden de su Guru que Ajamila cantó el nombre de Narayana. No fue que a propósito el fue y tomó el nombre, sino que por accidente este apareció en su mente. Aun así, como resultado de sus actividades piadosas previas, el namabhasa le dio la salvación.

Ajamila se despertó de inmediato, recordó todas sus actividades pecaminosas y comenzó a arrepentirse. Entonces partió hacia Hardvar sin decirle ni una sola palabra a su familia o a sus amigos. Allí cantó el nombre de Narayana durante mucho tiempo. En su debido momento, esos cuatro Visnudutas descendieron en una cuadriga divina y se lo llevaron al dominio espiritual consciente de Vaikuntha.

Bromear y cantar

Parihasya es otro tipo de namabhasa. Parihasya quiere decir en broma. Algunas veces decimos en plan de burla: "¡Oh! ¿Estás cantando el nombre de Krsna?" Si uno está bromeando, poniendo en ridículo a los devotos Hare Krsna en la calle, y dice "Hare Krsna", eso puede ser namabhasa, siempre y cuando esté relacionado con sus créditos piadosos previos. Este tipo de canto puede otorgar mukti, liberación, pero no la oportunidad de ejecutar servicio divino.

Krsna como un nombre cifrado

Stobha, usar el Santo Nombre con alguna intención distinta, es otra clase de namabhasa. Algunas veces estas palabras,Narayana o Krsna, pueden usarse con algún significado técnico o como una palabra en clave. Jiva Gosvami aprovechó esto en su libro de gramática sánscrita Harinamamrta vyakarana. Cuando alguien está tocando el tambor mrdanga , usando los nombres de Gaura-Nitai, Gaura-Nitai, para representar los distintos redobles, el sonido producido puede ser namabhasa.

Cantar sin atención

Otra clase de namabhasa es hela: Cantar el Santo Nombre sin la atención debida. Algunas veces cuando nos levantamos de la cama por la mañana, decimos con descuido: "Hare Krsna", y de ese modo nos sacudimos la indolencia. Incluso ahí puede haber namabhasa. La namabhasa puede liberarnos de nuestra posición actual, pero no nos puede abrir las puertas de Vaikuntha. Eso es sólo posible mediante el servicio devocional.

Un musulmán que moría ensartado en los colmillos de un jabalí gritó: "Ha ram", queriendo decir: "Esto es abominable", pero debido a sus créditos piadosos previos, esa expresión se convirtió en namabhasa y obtuvo la liberación por cantar el nombre del Señor Rama.

La namabhasa puede presentarse y otorgar la liberación, pero no nos puede proveer la oportunidad de servir. Sólo si nuestra mente está sobrecargada con actitud de servicio, nos elevará al plano sutil y más excelso, no de otra manera. Si las tendencias a la explotación y a la renunciación están mezcladas con nuestro canto, éste no dará el resultado deseado.

Civilización superior

Debemos cantar con actitud de servicio (sevonmukhe hi jihvadau). ¿Cuál es nuestra meta? Queremos el servicio al Señor: "Morir para vivir". Queremos una vida de pureza, llena de autoentrega; queremos una vida generosa. Queremos vivir la vida de los que no desean obtener, sino dar. Queremos una vida civilizada en el dominio de una sociedad superior, donde todo el mundo es una unidad que da, una unidad que emana, y no una unidad que absorbe. Allí todo el mundo es armonioso y está especialmente centrado en Dios. Todos son de naturaleza divina, y divinidad significa dedicación al centro de toda la armonía, el Bien Absoluto. Por ello, hemos de cantar el Santo Nombre con ese espíritu y ejecutar todos los actos con devoción a Krsna. Tenemos que tratar de seguir el sendero positivo del servicio a Visnu y a los vaisnavas, a Krsna y a Sus devotos, y con esa actitud debemos cantar el Santo Nombre de Krsna